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Bulgaria es la tierra de Orfeo y Espartaco, la cuna de la cultura eslava, que durante los trece siglos de su historia ha dado al mundo importantes logros humanos, los tesoros enigmáticos de los tracios y sus tumbas suntuosas, maravillosos frescos y muchos ejemplos de las artes aplicadas antiguas.

El país todavía mantiene vivas muchas de las celebraciones y costumbres que datan de los tiempos más remotos cuando el hombre intentaba apaciguar la ira de los elementos naturales aunque temblaba ante su inmenso poder. El folclore, como parte de la riquísima cultura búlgara, está lleno de alegría, de belleza, de voces misteriosas y bailes de fuego. Todo esto se tiene que ver, escuchar y, no en último lugar, sentir.

Nestinari

Nestinari es el rito místico más antiguo –bailarines descalzos bailan sobre brasas ardientes. De acuerdo con algunos historiadores y etnógrafos, el ritual tiene raíces paganas, aunque durante su interpretación los bailarines llevan un icono. Su objetivo es vencer a las enfermedades, atraer la salud y la abundancia. Es algo increíble que merece la pena ser visto.

El Festival de la Rosa

El Festival de la Rosa es un festival muy hermoso que se celebra la primera semana de junio en el famoso Valle de las Rosas, en el pié de los Balcanes y cerca de la ciudad de Kazanlak. Es un estallido de colores, aromas, sabores y diversión. El programa incluye la coronación de la Reina de la Rosa tras un concurso de belleza celebrado en varias etapas. Muchos artistas, actores del teatro y del circo, escritores y músicos acuden a Kazanlak a principios de junio. El 70% del aceite de rosa que se produce en el mundo se obtiene de las rosas búlgaras y es sustancia base de cualquier producto de la industria perfumera y de muchos productos cosméticos.
Según los datos históricos en las provincias de Tracia se cultivaban 12 variedades de rosas, una de ellas conocida bajo el nombre "Rosa Tracia".
En 1270, durante las cruzadas, el Conde de Gruyere trae la Rosa Damascena (o Rosa de Damasco) de Siria al valle de Kazanlak cuyas condiciones resultan excelentes para su cultivo. Los expertos afirman que la alta calidad de las rosas búlgaras y su aceite se deben al clima local y a las tierras fértiles. Las temperaturas en febrero, cuando las rosas brotan, son ideales para las plantas. Las flores se recogen en mayo y junio cuando la humedad es más alta. Otro factor importante es el suelo forestal y, no en último lugar, la maestría de los productores búlgaros de aceite de rosa.

Carnaval Kukeri

Carnaval Kukeri es una fiesta que marca la entrada de la primavera y se celebra sobre todo en la región de Dupnitsa y Pernik. Es una cabalgata de gente con máscaras y trajes de colores vivos. Cada uno de los participantes, llamados kukeri, prepara solo su masco multicolor cubriéndolo con cuentas, cintas y borlas de lana. Los movimientos y los saltos pesados del kuker principal simbolizan el peso del grano, es decir la abundante cosecha, mientras que las campanas atadas en su cintura tienen el objetivo de ahuyentar a los malos espíritus y las enfermedades.

A las voces búlgaras

A las voces búlgaras las llaman misteriosas. Y esto no es en vano. Los expertos todavía no son capaces de explicar el rango vocal de los cantantes del folklore búlgaro, ni la riquísima variedad de las canciones. Las voces búlgaras son únicas en su género y han recibido un reconocimiento mundial a través de la canción "Izlel e Delyu hiadutin” de la talentosa cantante Valia Balkanska que forma parte de la selección del disco de oro que acompaña las naves espaciales Voyager lanzadas en 1977. Hoy en día, el mundo entero sigue redescubiendo y reconociendo las peculiaridad y el encanto de las voces búlgaras, sobre todo en los grandes festivales folclóricos de Italia, Francia, Inglaterra e Irlanda donde los artistas búlgaros son ganadores de los máximos galardones.

Rozhen canta

Los festivales “Pirin canta” y "Rozhen canta" son los más famosos entre los festivales folclóricos en Bulgaria. El año pasado ambos festivales fueron visitados por 150.000 personas, tanto de Bulgaria como del extranjero. Todos ellos disfrutaron de un gran espectáculo musical en que tomaron parte alrededor de 4.000 artistas por festival y tuvieron la posibilidad de conocer en más profundidad el curioso mundo de folclore búlgaro. p>

Las obras

Las obras que salen del hogar búlgaro han dado lugar a una entera industria artesanal que en su vez se ha convertido en arte nacional: el bordado búlgaro con sus figuras geométricas complejas, las alfombras con sus colores vibrantes, la cerámica pintada de formas exquisitas, la talla de madera, la joyería.
El complejo arquitectónico Samovodska Charshia en Veliko Turnovo, la Exposición Nacional Permanente de Arte Folclórico en Oreshak, cerca de Toyan, y Etara –otro complejo arquitectónico y etnográfico situado cerca de Gabrovo– son verdaderos museos de la artesanía búlgara. En esos sitios uno puede comprar como recuerdo una baklitsa (recipiende de vino) pequeña de madera tallada, un juego de cerámica de Troyan, una manta tradicional de Ródope, joyas de plata hechas a mano, una blusa de seda bordada o alfombra multicolor.